Mi trabajo con Benny Greb (parte2)
- aulaVIRTUAL

- 16 may 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 15 nov 2023

Sucede lo inesperado
Pasaron 5, 10, 15 días y no había recibido respuesta. Y hasta resultaba tranquilizador: "Qué suerte que no voy a recibir una reprimenda (cuando no una carta documento) de Benny Greb, por mi traducción ilegal", pensé, aliviado.
Y entonces sonó la notificación de mi teléfono, un lunes a las 5am: respuesta desde el sitio de Benny Greb. Chan.
Hola Juan Cruz,
mi nombre es Sabrina y soy la secretaria de Benny Greb.
Benny me pidió que te agradezca mucho por tu email. Es increíble que hayas traducido todo el libro.
Benny también estaba pensando sobre algunas traducciones para su libro, pero no había tomado ninguna decisión hasta el momento.
Estamos muy interesados en tu traducción, y cuando nuestro lector confirme su calidad, nos encantaría utilizarla para el lanzamiento del libro en versión al español, y en ese caso nos gustaría remunerarte por tu trabajo, por supuesto.
Podrías enviarnos tu traducción, así la hacemos revisar por nuestro lector?
Muchas gracias,
Sabrina.
BG recibió mi mail: ¿y ahora?
Mi primer sensación fue de alegría. El afamado BG no solo había recibido mi mail, sino que lo había leído y hasta estaba interesado. ¡Increíble! Pero a esa primer emoción de alegría, casi instantáneamente le llego su frio baño de realidad: ¿y ahora? Mi traducción había sido realizada teniendo a mis alumnos argentinos en mente. Esto quiere decir: con un publico argentino como objetivo. Había intentado traducir los conceptos de manera precisa, pero ni bien me encontraba con alguna dificultad en la traducción, pues bien... simplemente lo ponía en mis propias palabras, y "problema solucionado". Incluso había utilizado muchos "argentinismos", los cuales, claramente, no podrían ser incluidos en una traducción profesional, y menos aun con un público hispanoparlante objetivo de decenas de países en el mundo. El libro debía ser comprendido por habitantes tanto de Argentina, como de México, España o Colombia... ¡y yo lo había traducido como para que lo entiendan mis amigos!
Empecé a sospechar lo peor... y a pensar en algo que no se me había ocurrido hasta el momento: debería revisar toda la traducción, y ahora acomodarla a una de calidad profesional, y que personas de muchos países la pudieran entender sin problemas. De lo que no me di cuenta luego (pero sí algo mas tarde) fue que debería volver a traducir el libro íntegramente, desde cero. Y BG ya estaba esperando el archivo, por lo que estaba, además, con el tiempo limitado, y en serios problemas.
Lo primero que atiné a hacer fue escribirle nuevamente a la secretaria de BG, y avisarle que ese archivo iba a tardar "unos días más" en llegar, pues debía revisarlo bien antes de proceder a enviárselos (lo que era cierto y parte de la verdad, y me daría algo de tiempo extra para la corrección).
Toca corregir todo: ¡que desastre!
Lo que creí serian días para esta primer corrección, fueron semanas. De hecho: seria un año, contando hasta poder enviar el original final traducido para ser impreso en la imprenta en Alemania (pero eso yo, a esta altura, todavía no podía saberlo).
Lo que si sabia, es que... la primer traducción debía ser completamente revisada y corregida. ¿Y ahora?
Luego de realizar una primer corrección completa del libro, que me llevó cerca de tres semanas, no me sentía todavía listo como para enviarles la primer versión corregida de mi traducción. Por lo que contraté una traductora profesional para revisar la traducción y tener un punto de vista menos subjetivo al trabajar en ella. Pasaron otras tres semanas trabajando con Sophie, una eficiente y simpática traductora mexicana, que me ayudo a llevar la traducción a un castellano mas neutro, que la mayoría de la comunidad hispanoparlante pudiese entender y disfrutar.
Una vez terminada esta segunda corrección de la traducción, ahora sí me sentía listo para enviárselas a BG y compañía. Y así lo hice.
Sabrina, la secretaria de BG, me respondió dándome las gracias por acercarles la traducción, y diciéndome que iban a hacerla revisar por su lector, para luego avisarme que les parecía. Yo no navegaba en un mar de confianza, pero le tenia bastante fe a mi traducción: más que nada luego de pasar por mi segunda etapa de corrección, y a ella haberle agregado los consejos de una traductora profesional en México. Ahora si me sentía listo... (¡qué iluso!)
Pasaron 15 días sin noticias de Benny, Sabrina, ni mi traducción.
Y luego, llego otro mail inesperado... ¡Benny Greb quiere tener una entrevista por Skype conmigo!
Próxima entrega:
- Benny Greb quiere tener una entrevista por Skype conmigo, ¡no lo creo!
- Al mal tiempo buena cara.
Siempre en el blog.

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